martes, 8 de junio de 2010

LOS OTROS

Estos señores tan mal alimentados de foto son los representantes de los trabajadores españoles. Tal vez usted no está siquiera sindicado y piensa que estos hombres no le representan. Desengáñese, lo dice la Constitución y no hay más que hablar.

Durante años, estos señores se han asegurado de ir desactivando, poco a poco, todos y cada uno de los movimientos laborales auténticamente reivindicativos, empezando por sus propias filas. Dado que viven de subvenciones (no confundir con el sindicalista de base, por favor) y no necesitan realmente a los trabajadores, han ido actuando con lemas como: "Es mejor un trabajo un poco peor para muchos que un trabajo mejor para unos pocos", u otras lindezas semejantes que nuestros padres, la última generación que pudo disfrutar (por poco tiempo, esos sí) de un tiempo de trabajo digno, tuvo que escuchar a su pesar.

Esta es la gente que ha traído a los trabajadores dónde están ahora, al mundo de las ETT, los contratos de cinco minutos mal pagados y sin cobertura social. No hablo de lo que dice la Ley, hablo de lo que pasa en la realidad.

Alguien puede sorprenderse de que omita la responsabilidad de los empresarios. Bien, es cierto que (y, por favor, estamos generalizando) del mismo modo que una rosa con otro nombre seguiría conservado su embriagador aroma, un especulador con nombre de empresario seguiría oliendo a....

Mmm... culpa mía, por comenzar metáforas con frases para ligar. Sigamos.

El caso es creo que en este país no existe una cultura empresarial, al menos fuera del nivel de los autónomos y las pequeñas industrias, y la mayoría de nuestros grandes empresarios lo que pretenden no es crear un tejido empresarial, sino coger el dinero y correr. En ese contexto, les da lo mismo si los trabajadores están bien o mal formados, o si la empresa subsistirá con el tiempo, ni si están creando o no algo. Sólo beneficios, gracias. Extrañamente, este planteamiento, válido tal vez para ellos, se ha ido traspasando a los más pequeños (¿algún complejo derivado de una infancia desgraciada?), lo que explica tal vez la ruina de muchas pequeñas empresas, que se han convertido en "picadoras" de trabajadores similares a las multinacionales, lo que para mí no tiene sentido, la verdad. Pero lo mires como lo mires, acierten o se equivoquen, lo que hacen los empresarios es defender sus intereses, no los intereses de los trabajadores. Son el "enemigo", por el amor de Dios. Sería bonito que fueran alemanes, pero semos todos españoles.

Con lo que volvemos a los sindicatos.

Después de trabajar cuidadosamente durante décadas para desactivar el movimiento obrero (ayudados gentilmente por los gobiernos de turno, que éstos también van a lo suyo, y lo suyo es coger poltrona y a otra cosa), de conseguir que la mayoría de los jóvenes y no tan jóvenes tengan trabajos penosos de corta duración y escasamente pagados, ahora pretenden la movilización (puntual, eso sí, no vayamos a hacernos daño) para defender unas condiciones de trabajo que a la mayoría no se les pueden aplicar, por desgracia para todos. No es extraño que la mayoría de los trabajadores no se sientan concernidos en este tema, la verdad.

En vista de que los empresarios y los sindicatos ya no son capaces de llegar a un acuerdo, y por lo tanto ante la imposibilidad de lavarse las manos en este asunto como han hecho todos los gobiernos desde hace décadas, ahora el nuestro pretende reformar el mercado de trabajo, para conseguir lo que siempre se dice: acabar con la precariedad.

Lo único que hasta el momento ha trascendido de la reforma es la cuestión de la rebaja de la indemnización por despido improcedente y una tibia flexibilización (traducción: ahora será más fácil para la empresa) en el despido objetivo por causas económicas, que es algo que existe desde hace casi quince años, a pesar de que algunos tertulianos parecen haberlo descubierto ahora. Por lo visto, y como yo, no han trabajado nunca. Por cuenta de tercero, quiero decir. Poco tiene que ver esto con "una reforma en profundidad de la estructura laboral", pero extrañamente parece no haber nada más, y éstos precisamente son los motivos que alegan los sindicatos para una Huelga General.

¿No es sospechosamente parecido a lo de la última vez? Esto es, el gobierno (en aquél caso, el buenazo de Aznar) hizo cambios similares, además de OTROS que no recibieron tanta publicidad, se montó una huelga general, el gobierno pareció ser vencido y se volvió atrás con lo de las indemnizaciones.... pero quedaron LOS OTROS: contratos a tiempo parcial en condiciones aún más leoninas, ETTs, y en general empeoramiento de las condiciones laborales para todos. Aunque la indemnización por despido no se tocó, ojo.

Así que, amigo trabajador, lucha por mantener tu indemnización por despido... pero acércate por tu sindicato (que sigue habiendo gente válida, si tienes suerte) a ver cuáles son esta vez LOS OTROS, no vaya a ser que de nuevo estén haciendo ruido con lo accesorio para que no te apercibas de lo principal.

Y al gobierno (si alguien ha llegado leyendo hasta aquí y ve por ahí a alguien del gobierno que se lo diga, por favor) sólo recordarle que está muy bien eso de importar el modelo Austriaco y el modelo Danés y el Alemán, pero que mientras no importe también a los empresarios austriacos, daneses y alemanes será difícil que aquí no le encontremos las vueltas. Tal vez sea hora de pasar de todo eso y construir un modelo español, que capte nuestra encantadora "esencia"... y que no sea fácil de corromper.

Si es que hay lo que tié que haber, que no ha nacio entoavía gobierno que se atreva. Mucho hablar, mucho hablar, pero aluego...

Vigilen sus espaldas, amigos. Si les van a follar, por lo menos que lo hagan mirándoles a los ojos.

1 comentario:

Noldwar dijo...

Es ya típico decirlo, pero si pudiera sindicarme lo haría a un sindicato gay, al menos me encularía gente que sabe hacerlo en condiciones.

 
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