viernes, 15 de junio de 2012

¿Podrían avisar al que manda aquí?



Pues sí amigos, parece que nos vamos a #@!! por la gatera.

A uno le cuentan que existen en el mundo más de 23.000 millones de Euros, cosa desaforada y nunca vista, y que han desaparecido, cosa que tampoco tiene compresión posible, porque como dice la copla es el dinero cosa fungible y es su destino ser consumible, pero eso en mi pueblo no se llama desaparecer, sino gastar.

Como puedan gastarse 23 x 1019 Euros sin que se den cuenta ninguno de los señores que los guardan es algo que quita el sentío y desafía toda lógica. Por lo visto ni los Presidentes de los bancos, ni los Consejos de Administración, ni los partidos políticos y sindicatos que pusieron a esas gentes, ni Madrid, ni Valladolid, ni León, ni Jose, ni Mariano se preocupaban de estas menudencias, en la idea de que si había venido funcionando el tinglado solo y sin problemas por sí solo seguiría, no fueran a tocar algo y descuajeringarlo.

Vamos, que aquí no hay un plan para dominar el mundo, que aquí no mandaba nadie. Que estaban en el furgol.

Porque vamos a ver.

Seamos sinceros. Siempre ha habido gente que echa mano a la caja.

Seamos aún más sinceros. Si usted, amigo lector, y yo mismo no echamos mano a la caja, es porque no tenemos caja, que si tuviéramos…

Pero coñe, de toda la vida de Dios el que echaba mano a la caja sabía lo que había, hasta donde podía echar mano, se preocupaba de que la caja estuviera boyante, que así hay más de donde agarrar y la dejaba bien al irse para el que llegaba detrás, que al final acaba siendo un familiar o un conocido. Que controlaba, vamos.

Lo de ahora son unos #$@€€!! yonquis, no tienen control, no saben cuándo parar, no son capaces de controlarse. A ver si se creen que cualquiera puede echar mano a la caja. Que eso es un arte, que hay que saber hacerlo, zoquetes. Y que está igual en todas partes, en España en Francia, en Reino Unido, en Alemania. Que tié narices la cosa.

La casta que se ha creado ha medrado en la inacción y en el trepar sin más, son incapaces de emprender una acción, de saber cuándo hay que parar. Y además, según nos cuenta el alcalde de Toreno, haciendo el chulo por ahí.

Porque vamos a ver, a estos tíos ¿quién les ha puesto?

Ah, sí, que hemos sido nosotros.

Pues sí, nosotros también somos unos incapaces como ciudadanos. A quién queremos engañar. ¿Es que no sabíamos todos lo que hace nuestro alcalde, el presidente de nuestra Diputación, etc, etc, etc? Porque claro, como nos dejaban también echar mano a la caja, pues no había problema, a pedir créditos a lo loco, que alguien los pagaría.

Llegados a este punto en el que nadie se salva, cada uno hace de su capa un sayo.

Dirán los economistas, con ese tono ufano y prepotente que últimamente adoptan, que el enfoque de todo lo que digo es equivocado, porque el dinero nunca ha desaparecido, sino que nunca ha estado ahí, que lo único es que ha existido un sobrevaloración de activos y que por eso hay que recapitalizar.

Y una #@!!! como una olla, digo yo.

Primero, porque llevan tanto tiempo sin dar una a derechas que lo mejor que pueden hacer es estarse calladitos, que no tienen ni idea.

Pero, lo más importante, porque lo que yo oigo cuando me dicen esas cosas es que después de decir que tenían un dinero que en realidad no existía, se lo han prestado a terceros, a pesar de que no existía, les han exigido que se lo “devuelvan” hasta arruinarles, y cuando ya no les han podido exprimir más nos quieren sangrar a todos los demás, por lo visto con la idea de arruinarnos, para que les paguemos un dinero que ellos nunca tuvieron.

Pero si ese dinero no existía, ¿por qué hay obligación de devolverlo? Como las leyes las han hecho ellos para sus cosas, hablo no como jurista sino como ciudadano ¿cómo se puede pedir a la ciudadanía que se haga cargo de este lío sin perder toda la legitimación y desestructurar la sociedad?.

¿Nos hemos vuelto todos locos?

Y total ¿pa qué?

Nos enteramos también de que existen relojes de 300.000 € (y de hasta 500.00 que los hay), porque la casa prestó uno a Nadal y se lo robaron de la habitación del hotel. Al parecer pesa 20 grs, está hecho de titanio y de no sé qué aleación aeroespacial, llevan un chip y supongo que por ese precio habrá sido manofacturado pieza a pieza sobre los pechos de una bailarina rusa por un artesano albanés ciego y manco al que después habrán ejecutado por dejarse los tornillos por la parte de fuera de la caja, porque si no no se explica.

Para Nadal es trabajo, así que nada que decir, para un español que todavía tiene trabajo, pero si los hacen es porque alguien los compra.

A esa gente me dirijo.

¿Para esto nos robáis el dinero y arruináis el mundo, horteras, que sois unos horteras?  ¿Para compraros una #&$@ de reloj que si lo ves tirado en la calle ni lo recoges, que parece que lo ha hecho un empastillao adicto a los adornos navideños, opinión que no es más que la manifestación de una opinión estética personal mediante una deformación humorística de la realidad y dicho que sea con todo el respeto a los diseñadores de los modelos de la marca, todos profesionales de trayectoria intachable tanto en lo profesional como en lo personal?

¿Pa esto, con todas las cosas que hay que hacer en la vida?

Pues os creeréis afortunados, pero la verdad es que sois unos desgraciados.

La única pena es que podáis amargarnos la vida a los demás, que sí sabemos vivirla.

Paletos.

viernes, 8 de junio de 2012

TONTOS DEL CULO


Es oficial. Se les ha ido la olla. 

Supongo que habrá un término médico para lo que les pasa, pero lo desconozco.

Esta semana hemos podido ver como una policía en funciones de escolta ha impedido que un senador hable con el presidente del gobierno en el parlamento, como el partido mayoritario se niega a que comparezcan en el parlamento varios altos funcionarios, responsables políticos y económicos (algunos lo habían pedido ellos mismos) y como se está rompiendo la disciplina de partido en León, en vista de que el ministro Soria quiere acabar con la cuencas mineras ya, en vez de dejarlas que se desangren lentamente como se estaba haciendo hasta el momento, con gran éxito.

Ah sí, ahora también se insultan entre ellos. 


La semana pasada alguien había decidido cerrar un colegio en la montaña, en Riaño y que los niños hicieran 120 kilómetros diarios por carreteras de montaña en invierno para aprender a leer y escribir, esas cosas que tienen los pobres. El ministro Wert, que pasó por aquí esta semana, acabó por reconocer que esto no es una alternativa, que el gobierno no está para hacer ingeniería social y decirle a la gente dónde tiene que vivir, y que si hay que dejar el colegio de Riaño abierto qué se le va a hacer.

Creo que esta reflexión, un oasis de racionalidad dentro del desierto de sinrazón que nos vemos obligados a cruzar cada día, debería extenderse por todas las administraciones, empezando por el propio autor de las declaraciones, que parece no aplicarla tan a menudo con sería deseable.
Nos han arrojado en manos de economistas que no ven más que cifras y han convertido a los altos funcionarios en aristócratas, que opinan que un gasto de 13.000 € es una fruslería (hay españoles que no lo ganan trabajando honradamente en todo un año) o que el pueblo es una molestia que hay que mantener lejos, porque huele y no tiene classsse.

Eso es algo que más o menos sabíamos, pero ahora en la categoría de los desarrapados que deben mantenerse alejados, aunque sea a golpes, se encuentran incluidos no sólo los simples ciudadanos como usted o como yo: también los senadores, los alcaldes y todos aquellos que no obedezcan las órdenes a pies juntillas o que nos vengan con sus cosas a la hora del café, con lo molesto que es eso.

Cuentan que en el reinado de Felipe IV se presentó ante el rey un comerciante de la corte para hacer diversas peticiones, relacionadas con sus intereses. El Rey, que no se ocupaba de estos temas, le dijo que era mejor que esas cuestiones que se las presentara al valido, el Conde-duque de Olivares, a lo que el hombre respondió: “Si pudiera hablar con el Conde-duque no habría pedido audiencia a su majestad”.

Esta gente ha perdido el norte, creen que están colocados en su puesto por la gracia de Dios, olvidando que en nuestra forma de gobierno, la autoridad surge del consenso de los administrados.

Creen que pueden matar a todo un sector económico y de paso a la provincia de León (y buena parte de Asturias), rompiendo la palabra dada, cerrar colegios en la montaña, prohibir que la gente siga con su medio de vida y en su tierra porque en un papel hay una cifra que no cuadra. No importan las personas que hay detrás ni qué nos suceda a todos.

Han prendido la hoguera.

Veremos quién es capaz de apagarla ahora.

miércoles, 23 de mayo de 2012

La Ruptura del Contrato Social


¿Han pasado nueve meses?
El tiempo vuela cuando uno se divierte.
La verdad es que como este blog tiene sólo dos seguidores y nos vemos todas las semanas, no tengo demasiada presión para ponerme al día, pero en honor de los treinta o cuarenta despistados que pasan por aquí cada semana buscando infructuosamente descargas ilegales o pornografía, intentemos mantener la llama ardiendo.
Llegados a este punto se impondría un repaso a nuestros últimos comentarios de opinión para ver cuáles de nuestras profecías se han cumplido y cuáles no, pero la verdad es que no me apetece, así que parafraseando a Prattchett, que cada lector se haga el suyo.
Sí que parece haberse demostrado que, como avisamos, los problemas no estaban causados por una persona en concreto (verbi gratia, el Presidente Zapatero), en vista de que la eliminación – política ojo- de dicha persona no ha redundado en un cambio a mejor y nuestros actuales “hábiles gestores” han logrado en sólo cinco meses ponerse a la altura e incluso superar a nuestros anteriores y también “hábiles” gestores, con el agravante de que disponiendo de mayoría absoluta, ni siquiera tenemos la esperanza de que alguien les pare los pies, aunque sea por error.
Hay quien cree que es la mala gestión anterior la única causante de la mala gestión actual y la disculpa. En un mundo que cree en los extraterrestres constructores de pirámides y en el poder curativo de la Power Balance no desentonan demasiado.  Sigan así, amigos.
Para los demás, se impone la búsqueda de una solución.
Como siempre, entendemos humildemente que hay un claro error de concepto en el análisis del problema. Es decir, el pueblo soberano no está preocupado por el rescate de las entidades financieras, la prima de riesgo o incluso porque los políticos sean unos chorizos (a ver si van a creer que no lo sabíamos), pues son cosas lejanas y ajenas. No, el ciudadano está preocupado y molesto por la ruptura del contrato social.
Relájense amigos, no vamos a hablar de Montesquieu. Eso ya está superado.
El contrato social moderno es más sencillo, y puede enunciarse así: Vosotros (los políticos y tal) nos dejáis con nuestras cosillas (un cafelito, unas pequeñas vacaciones, un coche nuevo cada tres o cuatro años, un crédito de vez en cuando, Seguridad Social, Educación Pública, etc.) y nosotros (El Pueblo Soberano) os dejamos con vuestras cosillas (doce sueldos, coches oficiales, comisiones, enchufes a la familia, etc.).
La actual ruptura sobreviene porque ellos quieren mantener sus cosillas a costa de tocarnos las nuestras y claro, eso no puede ser.
Como creo que ya dije en otra ocasión, eso nos coloca en una posición histórica interesante, pues estamos intentando, sin saberlo, llevar a cabo la primera revolución incruenta de la historia.
Los primeros pasos de esta revolución están transitando por terrenos ya explorados: movilizaciones populares, como el 15 M, huelgas generales, protestas sectoriales, etc.
Nuestros “hábiles” gestores no están respondiendo demasiado bien a estos intentos. Se ha hablado de reformar el Código Penal, de poner multas, de prohibir concentraciones, minimizando la representatividad de las que se celebran y manifestando que se seguirá adelante con todo, porque es “necesario”, mientras se agarran a sus poltronas y privilegios. Eso conducirá inevitablemente a algunos al desaliento y la violencia, pero esperamos que sean los menos.
Y es que se está creando, de manera espontánea, una estructura paralela al propio estado, al fin de proveernos de los servicios que necesitamos, cuyo germen encontramos en las “redes” de amigos y familiares, que están comenzando a suplir ciertos servicios que antes nos daban el Estado y las empresas, de forma que como se dice ahora, podamos abaratar costes y ser más eficientes, ponderando y reestructurando la contribución económica que cada uno de nosotros hace al Estado.
Se están abriendo además nuevos canales de información, pues los que antes guardaban las espaldas informativas del poder han sido capitidisminuidos, mientas los tradicionales mass media están desprestigiados desde hace años.
El futuro es incierto, muchos resultaremos perjudicados en el corto plazo, pero veremos cuál es el desarrollo de todo lo que estamos empezando a construir.
Y claro, algo que habrá que hacer con sus cosillas, ahora que nos han quitado las nuestras.
 
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